La historia de un accidente que pos sus características requirió de algo más que una simple cobertura de gastos médicos.

Recuerdo una ocasión, allá por finales de los ’80s o principios de los ‘90s, el hijo de un cliente mío tenía una motocicleta, la cual, evidentemente estaba asegurada.

Él iba conduciendo su motocicleta por una avenida con una pendiente y la dirección que llevaba era hacia abajo. Dado que la velocidad con que conducía era alta no pudo cambiar de dirección o detenerse al ver que un camión de transporte de materiales – de esos que llaman camiones de volteo – estaba detenido en la acera derecha de la avenida, camión que no era visible desde la parte en donde inicia la pendiente de la avenida referida.

Por la velocidad que llevaba, el muchacho pasó por debajo del camión, junto con la motocicleta. Se destrozó una gran cantidad de huesos. ¡Hasta el casco se quebró!. Los tripulantes de la ambulancia que atendieron el accidente no le auguraban nada bueno,  es decir no le daban mucho tiempo de vida, pero bueno ellos a lo suyo, tenían que trasladar al accidentado al hospital más cercano prácticamente en calidad de cadáver.

Ya sabrás que el seguro de la motocicleta incluía una cobertura de gastos médicos, que normalmente, en un accidente donde existe un esguince, incluso la fractura de algún miembro puede ser el mejor apoyo.

Por el tipo de heridas que se propinó por haber pasado por debajo del camión él debía de ser internado en un hospital de alta especialidad que para ser honesto en aquella época no había muchos en Monterrey, o mejor dicho: No había hospital alguno de Alta Especialidad. La verdad es que en el mejor hospital se le trató de atender, y le dieron la mejor atención que aquel hospital podría haberle brindado.

Como dije, la motocicleta contaba con un seguro que incluía dentro de la misma póliza una suma para gastos médicos pero por la gravedad del accidente realmente no podía cubrir ni el depósito de ingreso al hospital.

Una buena parte de pólizas de seguro de vehículos cuentan con cobertura de gastos médicos pero casi que están pensadas para poner “curitas” y vendoletes. Bueno, realmente no es sí, pero las sumas aseguradas podrían ser insuficientes en algunos casos.

Para su buena suerte, el hijo de mi cliente contaba con una póliza de Gastos Médicos adicional a la cobertura de su motocicleta, esta póliza adicional le cubría por un millón de Dólares y era una póliza internacional; de tal manera que con un apoyo así sus padres decidieron trasladarlo a Estados Unidos, en donde lograron darle la atención que necesitaba y proporcionarle una buena atención y una excelente rehabilitación, que llevó poco más de tres años y más de un millón de Dólares, que es la que la suma asegurada con la que contaba pero el entusiasmo que él puso en su rehabilitación y su deseo de vivir hicieron que la compañía aseguradora quisiera pagar el dinero faltante para su recuperación. De tal manera que él actualmente vive… vive bien,  con alguna secuela, ya que camina con un par de bastones de esos que se sujetan en la parte media del brazo, pero de no haber tenido una póliza de seguro de gastos médicos adicional a la de su motocicleta no habría podido ser atendido adecuadamente y tal vez no estaría vivo en la actualidad. Ahora lleva una vida normal y con tres hijos y cuatro nietos.

Vale la pena, por nuestra tranquilidad y la de nuestra familia, revisar nuestras pólizas de seguro para evitar problemas a la hora de ser necesarios.

Fuente: Tu-Mecánico.com,

Autor: Danilo Güereca

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